jueves, 8 de marzo de 2012

Un mundo feliz

Hola a todos los alumnos de 1 de Bachillerato. A continuación os dejo el fragmento de la obra "Un mundo feliz", de Aldous Huxley, y las preguntas que debeis responder en vuestros cuadernos. También os dejo una breve reseña de esta obra.
En este libro visionario escrito en 1932, Aldous Huxley imagina una sociedad que utilizaría la genética y el clonaje para el condicionamiento y el control de los individuos. En esta sociedad futurista, todos los niños son concebidos en probetas. Ellos son genéticamente condicionados para pertenecer a una de las 5 categorías de población. De la más inteligente a la más est™pida: les Alpha (la elite), los Betas (los ejecutantes), los Gammas (los empleados subalternos), los Deltas y los Epsilones (destinados a trabajos arduos). "El mundo feliz" describe también lo que seria una dictadura perfecta que tendría la apariencia de una democracia, una cárcel sin muros en el cual los prisioneros no sonarían en evadirse. Un sistema de esclavitud donde, gracias al sistema de consumo y el entretenimiento, los esclavos "tendrían el amor de su servitud "...

“Guardería infantil. Sala de Condicionamiento Neo-Pavloviano, anunciaba el
rótulo de la entrada.
El director abrió una puerta. Entraron en una vasta estancia vacía, muy brillante y
soleada, porque toda la pared orientada hacia el Sur era un cristal de parte a parte.Media docena de enfermeras, con pantalones y chaqueta de uniforme, de viscosilla blanca, los cabellos asépticamente ocultos bajo cofias blancas, se hallaban atareadas disponiendo jarrones con rosas en una larga hilera, en el suelo. Grandes jarrones llenos de flores. Millares de pétalos, suaves y sedosos como las mejillas de innumerables querubes, pero de querubes, bajo aquella luz brillante, no exclusivamente rosados y arios, sino también luminosamente chinos y también mejicanos y hasta apopléticos afuerza de soplar en celestiales trompetas, o pálidos como la muerte, pálidos con la blancura póstuma del mármol.
Cuando el D.I.C. entró, las enfermeras se cuadraron rígidamente.
-Coloquen los libros -ordenó el director.
En silencio, las enfermeras obedecieron la orden. Entre los jarrones de rosas, los
libros fueron debidamente dispuestos: una hilera de libros infantiles se abrieron
invitadoramente mostrando alguna imagen alegremente coloreada de animales, peces o pájaros.
-Y ahora traigan a los niños.
Las enfermeras se apresuraron a salir de la sala y volvieron al cabo de uno o dos
minutos; cada una de ellas empujaba una especie de carrito de té muy alto, con cuatro estantes de tela metálica, en cada uno de los cuales había un crío de ocho meses. Todos eran exactamente iguales (un grupo Bokanovsky, evidentemente) y todos vestían de color caqui, porque pertenecían a la casta Delta.
-Pónganlos en el suelo.
Los carritos fueron descargados.
-Y ahora sitúenlos de modo que puedan ver las flores v los libros.
Los chiquillos inmediatamente guardaron silencio, y empezaron a arrastrarse
hacia aquellas masas de colores vivos, aquellas formas alegres y brillantes que aparecían en las páginas blancas. Cuando ya se acercaban, el sol palideció un momento, eclipsándosetras una nube. Las rosas llamearon, como a impulsos de una pasión interior; un nuevo y profundo significado pareció brotar de las brillantes páginas de los libros. De las filas de críos que gateaban llegaron pequeños chillidos de excitación, gorjeos y ronroneos de placer.
El director se frotó las manos.
-¡Estupendo! -exclamó-. Ni hecho a propósito.
Los más rápidos ya habían alcanzado su meta. Sus manecitas se tendían,
inseguras, palpaban, agarraban, deshojaban las rosas transfiguradas, arrugaban las páginas iluminadas de los libros. El director esperó verles a todos alegremente atareados.
Entonces dijo:
-Fíjense bien.
La enfermera jefe, que estaba de pie junto a un cuadro de mandos, al otro
extremo de la sala, bajó una pequeña palanca. Se produjo una violenta explosión. Cada vez más aguda, empezó a sonar una sirena. Timbres de alarma se dispararon, locamente.
Los chiquillos se sobresaltaron y rompieron en chillidos; sus rostros aparecían
convulsos de terror.
-Y ahora -gritó el director (porque el estruendo era ensordecedor)-, ahora
pasaremos a reforzar la lección con un pequeño shock eléctrico.
Volvió a hacer una señal con la mano, y la enfermera jefe pulsó otra palanca. Los
chillidos de los pequeños cambiaron súbitamente de tono. Había algo desesperado, algo casi demencial, en los gritos agudos, espasmódicos, que brotaban de sus labios. Sus cuerpecitos se retorcían y cobraban rigidez; sus miembros se agitaban bruscamente, como obedeciendo a los tirones de alambres invisibles.
-Podemos electrificar toda esta zona del suelo -gritó el director, como
explicación-. Pero ya basta.
E hizo otra señal a la enfermera.
Las explosiones cesaron, los timbres enmudecieron, y el chillido de la sirena fue bajando de tono hasta reducirse al silencio. Los cuerpecillos rígidos y retorcidos se relajaron, y lo que había sido el sollozo y el aullido de unos niños desatinados volvió a convertirse en el llanto normal del terror ordinario.
-Vuelvan a ofrecerles las flores y los libros.
Las enfermeras obedecieron; pero ante la proximidad de las rosas, a la sola vista
de las alegres y coloreadas imágenes de los gatitos, los gallos y las ovejas, los niños se apartaron con horror, y el volumen de su llanto aumentó súbitamente.
-Observen -dijo el director, en tono triunfal-. Observe.
Los libros y ruidos fuertes, flores y descargas eléctricas; en la mente de aquellos
niños ambas cosas se hallaban ya fuertemente relacionadas entre sí; y al cabo de
doscientas repeticiones de la misma o parecida lección formarían ya una unión
indisoluble. Lo que el hombre ha unido, la Naturaleza no puede separarlo.
-Crecerán con lo que los psicólogos solían llamar un odio instintivo hacia los libros y las flores. Reflejos condicionados definitivamente. Estarán a salvo de los libros y de la botánica para toda su vida.”
                                                                   Aldous Huxley, Un Mundo feliz.


1.- ¿Cómo definirías los reflejos condicionados de los que habla el texto?
2.-Siendo cierto lo que afirma este texto, ¿no se podría explicar de la misma manera todos los odios y amores, aversiones y atracciones dee una persona?
3.-Si se defiende lo que dice este texto ¿se puede seguir afirmando que el hombre es libre? ¿En qué consiste entonces la libertad?